CONSEJO : Ser constante.
PASOS IMPORTANTES: Ser constante.
Comenzar un proyecto es fácil. Las ganas son muchas y las ideas, múltiples. Sin embargo, mantenerse en un proceso no lineal, donde aparecen problemas y fracasos, es harina de otro costal. Para ser más constante y llegar al final, es necesaria la tolerancia a la frustración y la fuerza de voluntad.
La constancia se define como la voluntad inquebrantable y continuada en la determinación de hacer una cosa o en el modo de realizarla. Esta capacidad se rige por procesos como la motivación, la capacidad de resolución de problemas o la capacidad para postergar la recompensa. Por lo tanto, ser constante requiere de la conjunción de varias habilidades entrenables y accesibles.
Si te has propuesto ser más constante para alcanzar tus logros, debes tener en cuenta que no se consigue de la noche a la mañana y para ello debes seguir los siguientes pasos:
1. Trabaja la autoindulgencia:
No seas demasiado duro contigo mismo: ser disciplinado es difícil. Por el camino, los fallos son reales y necesarios: nadie instaura un hábito en su vida a la primera ni es un proceso lineal.
2. Fíjate un objetivo específico y realista:
Ya sea a corto o largo plazo, un objetivo vago o poco realista hará que estés abocado a abandonarlo. No es algo malo que sea una meta ambiciosa, pero ten en cuenta que, cuanto más lejos mires, más largo será el camino.
Controlar las expectativas también es importante para conseguir ser más constante en la realización de los objetivos. Sé sincero contigo mismo; por ejemplo, ¿crees que podrías dejar de fumar en una semana después de 20 años teniendo este hábito? Quizá sea posible, pero tendrás más posibilidades de conseguirlo si lo haces de forma paulatina, lo que lleva directamente al siguiente consejo.
3. Fragmentar el proceso ayuda a ser más constante:
Un éxito lejano y un proceso lleno de baches llaman al abandono. Por eso, fragmentarlo en etapas facilita mantenerse constante al ir realizando pequeños logros en los que recrearse. Esto es válido tanto para objetivos a largo como a corto plazo.
Por ejemplo, si te has propuesto ir al gimnasio todos los días, probablemente pierdas la motivación en algún punto (falta de tiempo, agujetas…). Sin embargo, si te propones ir un día a la semana, después dos y así sucesivamente, tendrás mayor sensación de éxito y te será más fácil ir asentando ese hábito.
4. Trabaja la tolerancia a la frustración:
Decir “vuelve a levantarte tras cada caída” es muy fácil, pero llevarlo a la práctica no tanto. En cada caída aparecen sentimientos negativos y decae la motivación. Convivir con la frustración es otra carrera de fondo, pero aquí tienes algunos consejos para que no te frene:
Date tiempo para procesar las emociones y poder razonar en frío.
Sé flexible con tus estrategias: empeñarte en algo que falla sistemáticamente te impide avanzar en el proceso hacia tu logro, además de frustrarte continuamente.
Algunas personas encuentran útil tener una frase que, al repetirla varias veces, ayuda a reencauzarse en el camino: por ejemplo, repetirse “puedo volver a intentarlo” cada vez que se fracase. De esta forma, evitarás caer en la rumia de lo negativo de la situación.
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