CONSEJO : Ser resiliente.

 

PASOS IMPORTANTES: Ser resiliente.

La resiliencia es el proceso de adaptarse bien a la adversidad, el trauma, la tragedia, la amenaza o fuentes importantes de estrés, como problemas familiares o de relaciones personales, problemas de salud graves o situaciones laborales o financieras estresantes.

Ser resiliente no significa que la persona no experimente dificultades o angustias. El dolor emocional y la tristeza son comunes en personas que han experimentado grandes adversidades o traumas en sus vidas. De hecho, el camino hacia la resiliencia probablemente esté lleno de obstáculos que afecten nuestro estado emocional. La resiliencia no es una característica que las personas tengan o no tengan. Incluye comportamientos, pensamientos y acciones que cualquier persona puede aprender y desarrollar.

Esta característica nos permite perseguir nuestros objetivos independientemente de factores externos que puedan ser contrarios a nuestras acciones. Aquellos con baja resiliencia culpan a los factores estresantes externos, se sienten abrumados fácilmente, se atascan en problemas y viven constantemente con ansiedad. Las personas altamente resilientes tienden a asumir una mayor responsabilidad personal, minimizan la culpa y ven los factores estresantes como un desafío en lugar de una amenaza que les impide dar el siguiente paso.

Si bien algunos desafíos son ciertamente más grandes que otros, todos enfrentamos varios factores estresantes, cambios drásticos en las circunstancias y adversidad; el coche se avería, muere un ser querido, tenemos problemas de salud, económicos, personales… la lista de factores estresantes es interminable y de muchas formas y tamaños; sin embargo, lo importante a tener en cuenta es que el estrés es subjetivo y que las consecuencias que este tipo de eventos tendrán en nuestra vida dependen, en gran medida, de nuestro nivel de resiliencia.